Un tren… Macho.
Fuente: Radio Studio 1 Huancavelica
En la imagen se alza imponente la locomotora de vapor alemana Henschel 2-8-2, conocida mundialmente como “Mikado”. Con su silbato agudo y sus ruedas metálicas, esta máquina fue la novena locomotora en impulsar al legendario «Tren Macho«.
A partir de 1950, recorrió sin descanso la difícil y majestuosa ruta entre Huancayo y Huancavelica, desafiando pendientes, túneles y puentes que parecían imposibles. Cada viaje era un espectáculo de fuerza y resistencia, donde el humo blanco se mezclaba con el aire frío de la sierra, y el sonido del vapor marcaba el ritmo de la vida en los valles andinos.
Su historia, sin embargo, no nació en la altura. Antes de conquistar los Andes, la Mikado fue la locomotora que impulsó el tren Lima–Lurín, enlazando la capital con el litoral sureño. Así, esta máquina es testigo de dos memorias: la del bullicio de la costa y la de la serenidad de la montaña.
Hoy, al contemplar la imagen, es revivir aquel viaje que no solo transportaba mercancías y pasajeros, sino también los sueños, la esperanza y la identidad de un pueblo que encontró en el ferrocarril un símbolo de unión y progreso.